LOS 7 ERRORES MÁS COMUNES AL CUIDAR PLANTAS DE INTERIOR Y CÓMO EVITARLOS

1. Riego excesivo o insuficiente: La mayoría de las plantas de interior se mueren por exceso de agua. Un buen truco es verificar si la tierra está seca unos centímetros por debajo de la superficie antes de regar. Utilizar macetas con drenaje para evitar que las raíces se pudran. Las plantas suculentas, por ejemplo, requieren menos riego, mientras que otras, como el potus o los helechos, necesitan más humedad.

2. No proporcionar la cantidad adecuada de luz: Conocer las necesidades de luz de cada planta es crucial. Las plantas de luz indirecta, como el potus, deben estar lejos de la luz solar directa, mientras que las plantas como los cactus necesitan sol intenso. Si tu planta no recibe suficiente luz natural, considerar usar luces de cultivo.

3. Ignorar la humedad ambiental: Las plantas tropicales (Orquídeas, Calatheas) prosperan en ambientes húmedos. Si tu casa tiene aire seco, es recomendable rociar las hojas con agua o colocar las macetas sobre bandejas con piedras y agua para aumentar la humedad sin encharcar las raíces.

4. No revisar las raíces regularmente: Las raíces de una planta pueden crecer demasiado para la maceta. Si notás que las raíces están saliendo por los agujeros de drenaje o la planta parece crecer lentamente, considera transplantarla a una maceta más grande. Esto va a permitir que las raíces tengan más espacio para expandirse y absorber nutrientes.

5. Uso incorrecto de fertilizantes: Fertilizar en exceso puede quemar las raíces de las plantas. Aplicar fertilizante sólo durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) y en las cantidades recomendadas. Evita fertilizar en invierno cuando las plantas están en reposo.

6. No limpiar el polvo de las hojas: Las hojas de las plantas pueden acumular polvo, lo que afecta la fotosíntesis. Limpiar regularmente las hojas con un paño húmedo para permitir que la planta respire y absorba luz adecuadamente.

7. Cambios bruscos de temperatura: Evitar colocar tus plantas cerca de fuentes de calor como radiadores o corrientes de aire frío como ventanas abiertas. Las plantas de interior prefieren temperaturas estables, generalmente entre 18°C y 24°C.